El consorcio formado por Ferrovial Agroman y Laing O’Rourke ha firmado el contrato para construir el tramo central del Thames Tideway Tunnel, la nueva infraestructura del sistema de alcantarillado de Londres, por más de 1.050 millones de euros.

El tramo se divide en dos secciones de 7,2 metros de diámetro, partiendo ambas de Kirtling Street. La primera, de 5 kilómetros de longitud, se dirige hacia el este, mientras la segunda, de 7,7 kilómetros, avanza hacia el oeste. Los 12,7 kilómetros que mide el tramo central lo convierten en el más largo del túnel, con una longitud total de 25 kilómetros. El contrato incluye la construcción de 8 pozos de entre 42 y 62 metros de profundidad, 6 túneles de conexión, alcantarillas, cámaras de interceptación y de válvulas.

Amey, filial británica de Ferrovial Servicios, será la encargada de la implantación del sistema informático y de comunicaciones para la operación, mantenimiento y control del proyecto.

Thames Tideway Tunnel, con una inversión de 4.200 millones de libras, evitará el vertido de aguas residuales no tratadas en el río Támesis, frenando el desbordamiento que se produce actualmente en 34 puntos de la red de alcantarillado. Será clave en la modernización de la red de alcantarillado de Londres, que debe hacer frente a las demandas de la creciente población de la capital británica. El proyecto comenzará en 2016 y tiene un plazo de ejecución de siete años.

Este contrato se suma a los que Ferrovial Agroman está desarrollando los últimos años en las nuevas infraestructuras en Londres. Está participando en el desarrollo de Crossrail, con la construcción de los túneles entre Royal Oak y Farringdon, las cavernas de las estaciones de Tottenham Court Road y Bond Street y la estación de Farringdon. También está realizando la ampliación de la Northern Line del Metro de Londres y construyó la Queen’s Terminal de Heathrow, inaugurada en 2014.