La Autoridad Portuaria de Bilbao ha adjudicado las obras de ampliación del puerto de Bilbao y de estabilización de la antigua cantera de Punta Lucero a la UTE formada por las filiales de OHL, SATO (50 %) y Construcciones Adolfo Sobrino (30%); y a Exbasa Obras y Servicios (15%) y Excavaciones Viuda de Sáinz (5%).

El proyecto, liderado por OHL, tiene un presupuesto de 80 millones de euros. El coste de las obras se sufragará en un 80% por la Autoridad Portuaria de Bilbao y el 20% restante lo aportará la Comisión Europea dentro del programa Connecting Europe Facility.

La ejecución de las obras consistirá en la construcción de la primera fase del nuevo muelle del puerto de Bilbao, denominado el espigón central, y de la estabilización del sector occidental de la cantera de Punta Lucero.

El proyecto del espigón central, considerado como estratégico, consistirá en la construcción de la primera fase del nuevo muelle del puerto, donde se construirán 26 cajones de 24 metros de puntal, 46 de eslora y 17 de manga y se utilizarán 8,5 millones de metros cúbicos de material de relleno procedentes de material de cantera y de un banco de arenas del fondo del mar próximo al muelle.

En esta fase de las obras se ganarán 334.000 metros cuadrados al mar y se construirán 1.081 metros de línea de atraque con un calado de 21 metros, que permitirá el acceso de barcos de gran tamaño y permitirá al puerto atraer la instalación de nuevas compañías.

El proyecto de las obras de estabilización de la antigua cantera de Punta Lucero, viene dado por la situación de riesgo de inestabilidad y salvaguardar la seguridad de las personas y de los bienes situados al pie de la cantera, después de que en los últimos años se hayan producido diversos deslizamientos y desprendimientos de bloques rocosos. Con el objetivo de minimizar los efectos sobre el medio ambiente, la retirada de los materiales obtenidos en las labores de estabilización se llevará a cabo mediante el empleo de dos pozos verticales con sus correspondientes túneles, de manera que se evite el tránsito de vehículos rodados por viales sobre la ladera existente.

Se calcula que cuando esté finalizado el nuevo muelle, permita incrementar el tráfico en 4,4 millones de toneladas al año y 565.000 el número de contenedores a largo plazo.