El hidrógeno verde está comenzando su despegue. Un auge en la oferta y la demanda del gas ecológico impulsará una expansión global de las instalaciones de electrolizadores de unas 120 veces.

Las instalaciones de electrolizadores crecerán de 2 gigavatios actualmente a 242 gigavatios en los próximos ocho años, con empresas como Longi Green Technology, John Cockerill, Plug Power, ITM Power y ThyssenKrupp a la cabeza de la fabricación, según BloombergNEF. Aroximadamente, se gastarán unos 130.000 millones de dólares en electrolizadores desde ahora hasta 2030.

Se espera que la capacidad total de fabricación de electrolizadores se duplique con creces el próximo año, con los sistemas alcalinos (ALK) manteniendo su liderazgo frente a los electrolizadores alternativos de membrana de intercambio de protones (PEM).

“La demanda de hidrógeno verde es más fuerte en Europa y China, donde la política, y en parte la necesidad, está abriendo oportunidades de inversión”, explicó Adithya Bhashyam, analista de hidrógeno de BNEF.

EE.UU está tratando de ponerse al día. La mayor oferta proviene de los nuevos créditos fiscales para la producción de hidrógeno que pueden proporcionar hasta 3 dólares por kilogramo de gas producido. Eso hace que el hidrógeno bajo en carbono sea competitivo con su contraparte fósil en muchas zonas de EE.UU. Para finales de la década, los créditos podrían hacer que el hidrógeno bajo en carbono de EE.UU sea el más barato del mundo, muy por debajo del objetivo de referencia de 1 dólar por kilogramo establecido por el Departamento de Energía de EE.UU.

El hidrógeno limpio tiene un papel fundamental que desempeñar en un mundo con cero emisiones netas, proporcionando una solución para sectores difíciles de descarbonizar, como la fabricación de acero, de productos químicos y el transporte pesado. Se espera que se vuelva cada vez más competitivo en costos a medida que aumenten las implementaciones.

Ahora el hidrógeno verde está en la misma situación que la energía solar antes de sus años de auge.

Existen algunos riesgos para la inminente fase de crecimiento. “Se requiere un volumen significativo de energía renovable para alimentar los electrolizadores, por lo que los retrasos en la adición de energía limpia podrían afectar el crecimiento de la industria, al igual que el ritmo de crecimiento en el resto de la cadena de suministro de hidrógeno”, dijo Bhashyam. Sin embargo, BNEF no considera que la capacidad de fabricación de electrolizadores se convierta en una limitación para el despliegue del hidrógeno verde en esta década si las empresas implementan planes a corto plazo.