Quantcast
Jueves, 28 de Marzo de 2024
 
SENER ha suministrado parte del equipo de la sonda Rosetta, que aterrizó con éxito en la superficie del cometa
 
La sonda Rosetta, una misión pionera de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha aterrizado en la superficie de un cometa por primera vez.
 

 

La maniobra se completó el miércoles 12 de noviembre, tras siete horas de aproximación por parte del Lander Philae, que finalmente aterrizó con éxito.


Este aterrizaje marca un hito en la historia del hombre en el Espacio, pues estos cuerpos celestes, han permanecido inexplorados hasta la fecha. Rosetta estudia la composición del cometa 67P/Churyumov–Gerasimenko, lo que permitirá a la comunidad científica comprender la naturaleza de los cometas, y su papel en el origen y evolución de la vida en el Sistema Solar.


Este es un proyecto que comenzó en 2004, cuando la sonda fue lanzada al espacio. Lleva 10 años viajando y ha recorrido más de 6.000 millones de kilómetros. Tras salir de la órbita de Júpiter, la sonda fue inducida durante 31 meses a un estado de hibernación, del que despertó en enero de 2014. Desde su acoplamiento al cometa en agosto, Rosetta ha acompañado a este cuerpo celeste en su viaje alrededor del Sol y en su regreso a la órbita de Júpiter, enviando a la Tierra imágenes de su núcleo helado.


SENER ha trabajado tanto en la plataforma de la sonda como en la carga útil. En la plataforma, ha suministrado el Boom para el despliegue de instrumentos, las persianas de protección para garantizar el correcto funcionamiento de los instrumentos embarcados y las pantallas ópticas para las cámaras y los seguidores de estrellas. En la carga útil, ha contribuido en las cámaras del instrumento OSIRIS y en la electrónica del instrumento GIADA.


El director de Espacio de SENER, Diego Rodríguez, ha destacado el reto que supuso para los ingenieros de SENER el diseño y desarrollo de equipos para una misión tan longeva, con un largo periodo de hibernación, y sometida a grandes excursiones de temperatura derivadas de las variaciones de radiación por el aumento de la distancia al sol. Los equipos, críticos para el desarrollo de la misión, fueron suministrados a finales de los años noventa y, tras diez años de viaje, siguen funcionando nominalmente, sin que se haya detectado fallo alguno desde su entrada en operación.


Dentro de la historia de SENER en Espacio, esta misión sentó las bases de cooperación con centros de investigación como el INTA y el Instituto Astrofísico de Andalucía (IAA), con los que SENER continua colaborando a día de hoy.