El éxito en el desarrollo de enzimas celulolíticas para etanol 2G, un proyecto pionero en la investigación biotecnológica de Abengoa, se apoya en estrategias clave en la industrialización y comercialización de nuevas tecnologías.
En primer lugar la elección de una tecnología con el grado de madurez y el potencial adecuado, aparte de poseer una posición de propiedad intelectual sólida. La metodología de investigación de Abengoa para la selección del organismo productor ha sido decisiva y se ha demostrado a lo largo del proyecto por su gran robustez y potencialidad para su escalado industrial.
En segundo lugar, la decisión estratégica de invertir en una I+D propia en este campo, con la creación de un grupo de investigación experto y dotado de recursos. El hecho de disponer de un equipo científico propio ha garantizado la implicación y la orientación a objetivos necesarios para ejecutar el proyecto en tan corto plazo, alcanzando en cuatro años a las compañías líderes en el mercado, con la ventaja de que los márgenes comerciales retornan sobradamente la inversión en I+D.
Otro factor clave desde el inicio ha sido la idea de construir el proyecto a escala industrial. La producción de enzimas a escala piloto e industrial genera conocimiento del proceso y sus costes de cara a la futura producción comercial. Igualmente clave ha sido la continua evaluación del cóctel obtenido frente a las enzimas competidoras. El examen de la competitividad de la enzima se ha realizado siempre sobre la base de procesamiento de la biomasa en nuestras plantas piloto y de demostración.
La gestión ha sido dirigida únicamente por criterios económicos y de negocio, con una minuciosa planificación de proyecto y una estrecha supervisión para anticipar los cambios necesarios.
El cóctel de enzimas celulolíticas más competitivo del mercado para la producción de etanol 2G, producido por Abengoa, será utilizado en Abengoa Bioenergy Biomass of Kansas, la primera planta de etanol 2G de Abengoa.
Jueves, 18 de abril de 2024 
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