El uso responsable de los recursos, la publicación transparente de informes de sostenibilidad, la inversión en el reacondicionamiento de vehículos y el reciclaje de baterías, así como una relación respetuosa con socios, clientes y empleados, son pilares clave de la estrategia de sostenibilidad de STILL. Todos estos elementos conforman la base sobre la que STILL construye una intralogística con visión de futuro, basada en altos estándares ecológicos, éticos y sociales.
STILL ya ha alcanzado varios hitos en los últimos tres años en su camino hacia una intralogística más circular y eficiente en el uso de recursos. Entre ellos se incluyen el impulso del negocio de reacondicionamiento para el mercado secundario, la instalación de sistemas fotovoltaicos y el aprovechamiento de la energía generada, así como la creación de eventos con un enfoque claro en la conservación de recursos y la circularidad. “No se puede simplemente ‘implantar’ la sostenibilidad en una empresa —subraya el Dr. Florian Heydenreich, director general de STILL—. La sostenibilidad real debe practicarse activamente y formar parte natural de todos los procesos de negocio. Si todos están dispuestos a probar cosas nuevas y a participar, el cambio puede lograrse paso a paso. Para ello es clave hablar de las medidas ya implementadas, destacar ejemplos y oportunidades, y abordar sin miedo las dudas que puedan surgir”.
Una de las líneas estratégicas de STILL es la transición hacia soluciones energéticamente eficientes, como las carretillas eléctricas, que permiten reducir las emisiones de CO₂ y los niveles de ruido. En concreto, las gamas Xcellence Line y Classic Line responden a las diversas necesidades del mercado con equipos versátiles, robustos y sostenibles. Además, STILL promueve el reacondicionamiento de vehículos industriales, que prolongan su vida útil hasta una segunda o tercera etapa operativa. Solo en la región EMEA, en 2024 se reacondicionaron más de 12.000 vehículos, que se ofrecen bajo un estándar de calidad certificado, clasificado en tres categorías —oro, plata y bronce—, y que están disponibles a través de opciones flexibles como el alquiler, el leasing o la compra directa.
Tras su participación en la feria LogiMAT, STILL donó cerca de 960 kg de materiales del estand a organizaciones sociales locales. Estos recursos se reutilizarán para equipar espacios, almacenes, parques infantiles, escenarios y otros usos. Gracias a sus actividades sostenibles en LogiMAT, la empresa logró evitar la emisión de 4152,65 kg de CO₂ equivalente.
Los esfuerzos de STILL en sostenibilidad están avalados por numerosos premios y certificaciones externas. A comienzos de este año, la compañía obtuvo nuevamente el estatus platino en el prestigioso ranking de sostenibilidad de EcoVadis, situándose entre el 1 % de las empresas mejor valoradas a nivel mundial.
Asimismo, la sede de STILL en Mannheim recibió el Achievement Award tras superar con éxito la evaluación de condiciones laborales llevada a cabo por el organismo de control Intertek. STILL también destaca por su contribución al desarrollo del talento joven, la excelencia en programas de formación y los altos estándares de seguridad laboral.
La circularidad no es únicamente un principio ambiental: también impulsa la eficiencia económica. STILL desarrolla proyectos faro que integran soluciones de intralogística de última generación con modelos de negocio circulares, centrados en la reutilización y la durabilidad.
La compañía favorece la reparación a través de múltiples factores: disponibilidad prolongada de repuestos, contratos de servicio personalizados y una construcción modular que facilita las intervenciones. El acceso rápido a los puntos de reparación, la posibilidad de desmontaje con herramientas estándar y la instalación de actualizaciones de software permiten realizar reparaciones ágiles. Estas medidas prolongan la vida útil de productos y sistemas, lo que se traduce en un menor consumo de recursos.
La resistencia estructural de los productos STILL —fabricados en su mayoría en acero y hierro— garantiza un rendimiento fiable incluso en condiciones operativas exigentes. Esto permite que los vehículos acumulen miles de horas de trabajo y puedan reutilizarse en distintos ciclos: como parte de flotas de alquiler, reacondicionados o vendidos como usados.
La disponibilidad de repuestos a largo plazo, junto con contratos de mantenimiento flexibles y la posibilidad de realizar actualizaciones de software, refuerza la capacidad de reparación, reduciendo significativamente la generación de residuos industriales.
STILL ofrece programas de formación que ayudan a sus clientes a mejorar el rendimiento energético y alargar la vida útil de su flota, enseñando a los operarios a sacar el máximo provecho de las máquinas.
La formación les permite aprender a utilizar la batería de forma más eficiente, evitando maniobras bruscas que puedan desgastar los componentes con mayor rapidez. Además, se les instruye sobre cómo elegir el modo de operación más adecuado según la carga y las condiciones del entorno, lo que optimiza el rendimiento del sistema. También se les capacita para reconocer signos tempranos de desgaste o posibles problemas de mantenimiento, lo que facilita la intervención antes de que surjan fallos mayores, ayudando a reducir los costes y mejorar la eficiencia general.
Actualmente, se forman anualmente entre 30 y 50 técnicos y conductores en contenidos relacionados con el uso eficiente de maquinaria, mantenimiento preventivo y diagnóstico de averías. Los formatos más demandados son los talleres prácticos presenciales de dos días, así como sesiones técnicas mixtas (formación y servicio técnico) que combinan teoría aplicada y prácticas en máquina real.
Gracias a estas formaciones y a la colaboración estrecha con especialistas de producto, se ha logrado un incremento medio del 15 % en la eficiencia energética de los equipos, así como una reducción significativa en las incidencias reportadas por mal uso de baterías o maniobras indebidas. Los técnicos formados no solo optimizan el rendimiento de las máquinas, sino que también detectan más rápidamente señales de desgaste, contribuyendo a alargar la vida útil del parque técnico energético y reducir los costes operativos.
“La sostenibilidad ya no es solo una cuestión de imagen. Aporta beneficios reales a nuestros clientes y está cada vez más demandada. Por eso es esencial que nuestros empleados en contacto directo con el cliente reciban la mejor formación posible en este ámbito”, explica el Dr. Heydenreich.