Durante la primera jornada de EXPOBIOMASA 2025, la sesión centrada en aplicaciones industriales, patrocinada por Veolia, empresas de referencia presentaron casos reales en sectores como el agroalimentario, químico o papelero, donde la biomasa ha sustituido con éxito a los combustibles fósiles. Los expertos destacaron que los precios de la biomasa, al estar desvinculados de los mercados internacionales de energía, han mostrado una evolución más estable, siempre por debajo del IPC, permitiendo a las empresas planificar a largo plazo con mayor seguridad.
La cogeneración con biomasa fue otro de los temas destacados, una tecnología que aporta beneficios más allá de la descarbonización o del recorte de gastos que supone para las industrias: se remarcó su valor como tecnología de generación síncrona, algo que no ofrecen muchas otras renovables, y que resulta clave para abaratar los costes de los servicios de ajuste del sistema eléctrico, actualmente dominados por centrales hidráulicas y de ciclo combinado. En palabras de los ponentes, “cuanta más diversificación, mejor”.
Además, se celebró el nuevo marco normativo para la cogeneración, que puede mejorar la competitividad de muchas industrias si va acompañado de una visión equilibrada que tenga en cuenta también la protección del tejido productivo europeo.
También se señaló la diferencia del modelo de la biomasa frente al del gas: mientras la cogeneración con gas ha priorizado la producción de electricidad, la biomasa se orienta primero a la generación térmica, lo que permite un mayor aprovechamiento en procesos industriales con alta demanda de calor, dejando la electricidad como un subproducto para autoconsumo o venta.
Pero se constató que numerosos proyectos se ven frenados por la complejidad administrativa y la ausencia de políticas de apoyo específicas para medianas y pequeñas instalaciones.
En la sesión dedicada al biorrefino y los combustibles renovables, coorganizada por AVEBIOM y BIOE, se analizó el potencial de transformación de subproductos agrícolas en energía, proteínas, bioplásticos y otros productos de alto valor añadido. Se puso de relieve que, aunque el bioetanol permite reducir hasta un 80% las emisiones respecto a la gasolina, en España su presencia es mínima debido a la ausencia de incentivos fiscales y a un sistema tributario que penaliza el contenido renovable.
Los expertos señalaron que el 90% de la energía renovable empleada actualmente en el transporte proviene de biocombustibles, y que soluciones como el bioetanol o el biodiésel son imprescindibles para alcanzar los objetivos climáticos en el corto y medio plazo, mientras se despliegan otras tecnologías.
Una advertencia clara que se escuchó en la sala: “hay que evitar o luchar contra el síndrome de la tecnología única”, en referencia al afán de electrificar todo como única vía para descarbonizar, obviando soluciones biológicas que ya están funcionando y son escalables. Esta visión reduccionista, señalaron, puede frenar el despliegue de tecnologías renovables complementarias como el biometano o los combustibles líquidos renovables.
La biomasa sólida, en particular el pellet, sigue siendo una solución viable y eficiente para la climatización en el sector residencial y terciario. En la sesión dedicada a este combustible, se analizó la caída de ventas de estufas en España y el retroceso en bombas de calor en Europa, lo que apunta a la necesidad de una estrategia equilibrada que combine diferentes fuentes de calor renovable.
Aquí también se insistió en la necesidad de tener en cuenta las alternativas a la electrificación: la biomasa complementa y refuerza esa estrategia, especialmente en zonas donde la red eléctrica no está dimensionada para cubrir la demanda térmica con garantías.
Además, se alertó de que la excesiva rigidez en la aplicación de la normativa europea (EUDR, etiquetado energético) puede poner en riesgo el crecimiento del sector del pellet en Europa, especialmente en pequeñas instalaciones, que representan el grueso del mercado.
EXPOBIOMASA continúa hoy y mañana en la Feria de Valladolid con una intensa agenda que incluye jornadas técnicas sobre biochar, combustibles líquidos renovables, redes de calor, certificación energética o la aplicación de la Directiva RED III con la ayuda de esquemas voluntarios como PEFC o SURE.
Los visitantes podrán asistir también a las numerosas presentaciones técnico-comerciales a cargo de las empresas expositoras, que muestran en directo sus últimas innovaciones, soluciones y servicios en todo tipo de aplicaciones energéticas con biomasa.