Aqualia, junto con un consorcio liderado por Infroneer Holdings Co., Ltd., ha sido adjudicataria para la renovación de la Planta de Tratamiento de Agua de Toyohashi, en Japón. El contrato incluye la operación de esta planta y otra adicional, así como de sus infraestructuras asociadas, por un periodo total de 30 años. Las instalaciones están situadas en la prefectura de Aichi, Japón, a 300 kilómetros al oeste de Tokio. Este acuerdo supone un hito histórico, al ser el primer contrato en Japón que combina el régimen de construcción y transferencia (BT por sus siglas en inglés, Build-Transfer) junto a una concesión adjudicada a un grupo que incluye una empresa occidental. Asimismo, supone la entrada de Aqualia en el mercado japonés, fortaleciendo su estrategia de expansión internacional.
La planta de Toyohashi, en funcionamiento desde 1967, trata diariamente 80.000 m³ de agua para abastecer a las ciudades de Toyohashi, Toyokawa y Shinshiro, dando servicio al área de Higashi Mikawa (la parte oriental de la prefectura de Aichi). Tras más de cinco décadas de servicio, las instalaciones requieren una modernización integral para mejorar la eficiencia y garantizar la resiliencia frente a la elevada actividad sísmica del país.
El proyecto se desarrollará bajo un modelo innovador en Japón: la combinación del método Build-Transfer (BT) con un sistema de concesión. Este enfoque permitirá construir una planta de vanguardia y transferir la propiedad a la prefectura, mientras que la operación y el mantenimiento se gestionarán mediante una colaboración público-privada. Esta fórmula, inédita en el sector del agua en Japón, busca aprovechar la experiencia del sector privado para garantizar un servicio sostenible y eficiente.
La propuesta del consorcio integra soluciones avanzadas para asegurar un suministro de agua estable y resiliente, combinando infraestructuras seguras y eficientes basadas en tecnologías de tratamiento de última generación y construcción optimizada, con innovación tecnológica mediante sensores IoT (Internet of Things) y sistemas inteligentes de monitorización. El modelo incorpora además la gestión de crisis, con un diseño antisísmico bajo el concepto “phase-free”, fomenta la energía híbrida con hidrógeno para avanzar hacia la neutralidad de carbono y plantea una gestión integrada que vincula el ciclo del agua con el desarrollo económico regional.