GES – Global Energy Services fortalece su presencia en mercados internacionales con la adjudicación de un nuevo contrato para la construcción de un proyecto híbrido en Chile, que integra en un mismo emplazamiento tres tecnologías: fotovoltaica, eólica y almacenamiento en baterías (BESS). Con una potencia total que supera los 695 MW, se trata del mayor proyecto en la historia de GES y uno de los más emblemáticos del sector energético en América Latina. La magnitud del contrato lo sitúa como un referente de innovación, eficiencia y sostenibilidad a nivel internacional.
Este hito refuerza la estrategia de internacionalización de GES, que continúa consolidando su actividad en mercados clave como Chile —donde está presente desde 2013— y donde ha construido ya 1.178 MW en proyectos eólicos y fotovoltaicos. La compañía está también estudiando nuevos proyectos en Rumanía, Portugal y países de Centroamérica, con el objetivo de incrementar su presencia internacional y diversificar su portfolio.
Por su magnitud, el proyecto es un hito en integración de tecnologías a nivel mundial. “El proyecto es estratégico para GES: la combinación de tres tecnologías renovables en una única instalación marca el rumbo del sector a corto plazo. Además, será la planta con mayor capacidad de almacenamiento de toda Latinoamérica hasta la fecha”, destaca José Luis García Donoso, director general de GES. “Nos permite desplegar al máximo nuestro valor añadido en ingeniería y construcción, consolidando el papel de las empresas españolas en mercados internacionales con alto potencial como el chileno”.
GES será responsable de la ingeniería, construcción y puesta en marcha del proyecto, reafirmando su posicionamiento como socio estratégico en la ejecución de soluciones integrales y a gran escala. La adjudicación coincide, además, con el proyecto número 400 ejecutado por GES desde su fundación, una cifra que subraya la experiencia y la trayectoria de la compañía en el sector. El proyecto también contribuye a uno de los objetivos estratégicos de GES para los próximos años: diversificar su actividad hacia nuevas tecnologías, más allá de los exclusivamente eólicos o fotovoltaicos, apostando con fuerza por el almacenamiento energético.